Los jóvenes son un motor muy importante para el desarrollo económico del país y del Hidalgo. Sin embargo en México su creatividad, su fuerza y su talento se desperdician al no existir espacios donde puedan desarrollarlos. La llamada ventana de oportunidad demográfica o bono demográfico, que nos dan nuestros jóvenes se está perdiendo.
En lo laboral, según datos de la UNAM, en los últimos 10 años el desempleo entre jóvenes de entre 15 y 29 años aumentó 302%, 15 % cada año, es decir que cada año se han sumado unos 73 mil 800 jóvenes a las filas del desempleo. Esto es muy preocupante, porque si un joven no encuentra oportunidades de desarrollo laboral, o migra a los Estados Unidos en busca de una mejor vida (Siete de cada 10 inmigrantes tienen entre 15 y 24 años) o lo que es peor, se les ahorita para que sean captados por la delincuencia organizada.
Pero también hay muchos jóvenes que ya como técnicos egresado o profesionistas, es decir personas calificadas laboralmente, se van de Hidalgo a otras entidades porque aquí no encuentran empleos dignos a su preparación. Con ello se nuestro estado pierde no sólo fuerza de trabajo calificada sino la inversión pública que se destinó en su preparación.
Pero si bien es necesario generar empleos, también lo es que sean trabajos bien pagados, ya que según las últimas cifras del CONEVAL sobre la pobreza en Hidalgo, para el año 2010 el total de la población a la que no les alcanzó para cubrir sus gastos de alimentación, paso de 582,700 en el año 2008 a 635,000 en 2010, es decir aumento en 52,300 personas, es decir un aumento del 8% en tan solo 2 años. Es decir puede haber empleos pero no les alcanza para cubrir sus necesidades mínimas.
En lo académico, en Hidalgo también es necesario trabajar mucho, ya que el 33.12% de los jóvenes de 15 a 17 años no asisten a la escuela, y entre la población de 18 a 24 años solo el 26.7% asiste. Como dato les digo que estamos por arriba de la media nacional de deserción escolar en nivel medio superior con un 15.9% y en Hidalgo sólo el 60% de los alumnos concluyen el bachillerato.
En el PT consideramos que si bien los jóvenes presentan problemáticas muy específicas, la situación actual de desesperanza es efecto de otro tipo de problemas que tiene que ver mas con el ámbito político, económico y social que con el conflicto propio que representa ser joven.
Y desafortunadamente no vemos posibilidad de que se generen empleos dignos para los jóvenes ni que se pueda ampliar la cobertura y calidad educativa a nivel medio y medio superior sin que se considere cambiar el actual modelo económico neoliberal, redefinir los planes de desarrollo nacional y luchar por una transformación radical del modelo político de México.
Ante la situación de inseguridad y violencia que prevalece en el país, en el PT consideramos que la mejor manera de enfrentarlo es con el desarrollo humano y no tanto con inversión en el ejercito y corporaciones policiacas.
Debemos apostar por la educación y los empleos permanentes y bien pagados, sobre todo para nuestra fuerza motora, nuestro bono poblaciones que sin duda representan los jóvenes.
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